El año pasado estuvimos casi una semana entera de fiestas con peñas, charangas, bebidas... y este año no se quedaba atrás, pero con un matiz, sólo una noche de fiesta.
Empieza el viaje el día 14 de agosto por la tarde cuando salgo de trabajar hasta el día 15, aquí empiezo oficialmente mis vacaciones de verano. Esa misma tarde, cuando llegamos a Calaceite, vamos a la plaza de arena donde estan todas las carrozas de las peñas y disfrazados, y vamos en busca de nuestros amigos que estan allí de fiesta y disfrazados. Acaban de dar el paseo y se van todos a cenar y arreglarse para la noche. Nosotros nos vamos a cenar al coche para luego ir a la peña.
La fiesta la empezamos nosotros antes solos y luego nos vamos donde está el resto, y allí toda la noche bebiendo y compartiendo risas hasta la hora de las charangas y el ritual de cada año, pasar por delante de las casas de las damas y de las diferentes peñas que hay por el camino (tengo que decir que a partir de aquí no participé porque empezando la fiesta acabé bastante mal por no hacer lo debido y me quedé en el coche, pero os lo cuento porque me lo han contado además de que el año pasado estuve noche tras noche).
Una vez finalizada la charanga en la plaza del pueblo todos van al pabellón del pueblo hasta bien entrada la mañana a terminar la fiesta. A partir de aquí cada uno decide si se va a desayunar o a dormir para estar listo a la noche siguiente.
La semana continua con más añadidos, como el encierro de vaquillas y los posteriores juegos en la plaza como si fuera el Grand Prix de peñas y con las vaquillas, pero nosotros nos vamos dejando un fin de semana bastante rápido.
Nos levantamos en los dos coches y desayunamos en el hotel del pueblo para luego salir dirección Barcelona.
Aquí acaba nuestra expedición por tierras de la Franja.
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